El principio lo hemos copiado del sol. Las ondas infrarrojas del sol penetran el aire casi sin pérdidas, y sólo se convierten en calor cuando toman contacto con la superficie de los objetos (personas, plantas, piedras...).
Muchos restaurantes y pubs tienen una norma establecida: calefaccionar las terrazas, pues saben que el calor en los espacios exteriores es un factor de éxito de ventas. La mayoría de los clientes prefieren recordar la sensación de placer del verano y la alegría de sentarse al aire libre.
Nuestros productos se pueden aplicar a muy diversas situaciones, como por ejemplo.